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Exámenes: Cómo debemos prepararnos antes y durante estos
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Artículo de Inmaculada Contreras Domingo (Maestra de Educación Infantil y Psicopedagoga, Psicología de la Intervención Social)

¿Quién no ha pasado por esa época intensa de nervios, tensión, ansiedad, estrés, cambios de humor,… al acercarse la fecha de los exámenes finales? Es una respuesta natural y es normal sentirnos así ante un examen o cualquier otra situación que suponga una evaluación aunque, de hecho, en cierta forma es bueno sentirse activado porque toda esa descarga de adrenalina es la que nos prepara para cualquier actividad o acción y más ahora que llega el verano, la calor abrumadora, la playita y piscina y, como no, los exámenes.

Con la llegada del mes de junio, muchos estudiantes se preparan para afrontar de la mejor forma los exámenes finales. Para prepararlos de forma adecuada es primordial “entrenarnos” muy bien poniéndonos a estudiar con anterioridad, durmiendo las horas necesarias, comiendo adecuadamente y haciendo cualquier actividad de ocio que nos ayude a descargar presión, por ejemplo, practicar algún deporte. Sabemos que puede parecer una etapa difícil pero no tiene por qué serla si seguimos estos consejos de preparación antes y durante los exámenes.

Seguramente muchos de nuestros hijos o incluso vosotros mismos os enfrentareis en breve a los exámenes de fin de curso o pruebas de acceso a la universidad. No temáis a esta época porque cuando menos lo esperéis estaréis de vacaciones en la playa tumbados tomando el sol, pero ello requiere previamente esfuerzo y dedicación para posteriormente tener esas merecidas vacaciones que anhelamos durante todo el año. Para ello, os facilitaremos un serie de recomendaciones para afrontar este periodo de exámenes y hacerlo más llevadero.

¿Cómo preparar un exámen?

La preparación de los exámenes no se limita a los días previos sino que comienza el primer día escolar y debe ir realizándose de manera continuada durante todo el curso. Dejar la preparación para los últimos días puede conllevar a un mayor fracaso, por tanto la probabilidad de superar de manera satisfactoria la asignatura dependerá del tiempo de estudio invertido en ella y de la calidad de ese tiempo. Para ello:

  • Es esencial elegir un buen lugar de estudio (distracciones mínimas, buena iluminación,…) así como usar un asiento cómodo y mesa accesible que permita estar correctamente sentando y no con la espalda encorvada.
  • Debe fijarse un ritmo de estudio que lógicamente tendrá que intensificarse cuando se acerquen los exámenes.
  • Llevar una buena planificación durante el curso permitirá al alumno llegar a los exámenes sin agobios, con una buena preparación y con los conocimientos asimilados.
  • Es fundamental mantener las horas de sueño para estar en plena forma y rendir al máximo en los exámenes.
  • Hay que evitar las prisas y agotamientos de última hora. Los exámenes deben prepararse desde el primer momento teniendo en cuenta que:

       1. Los repasos frecuentes facilitan la comprensión y el aprendizaje. Cuanto más se dominen los primeros contenidos, mejor se aprenderán los que les siguen.

       2. Si no repasamos con frecuencia olvidaremos fácilmente lo aprendido.

       3. Si lo dejamos para última instancia nos faltará tiempo y no dispondremos de la tranquilidad necesaria para repasar todo lo que hemos dado durante varias semanas o incluso meses.

  • ¿De qué manera podemos mejorar la concentración a la hora de preparar un examen? Para ello podemos limitar el tiempo de estudio evitando estar muchas horas seguidas sin descansar. Por ejemplo, marcarse intervalos de tiempo de no más de 45 minutos seguidos (reducir a 30 o 15 minutos si nos cuesta), descansar 10 minutos y hacer otro intervalo.

Antes del exámen

  • Preguntar en clase todas las dudas posibles.
  • No dejar toda la materia para el último día: produce cansancio, olvidos, bloqueos…
  • Es preferible estudiar un poco todos los días que mucho en pocos días. Ten en cuenta que lo prioritario es la calidad del tiempo dedicado, no la cantidad. Repasa todos los días lo aprendido anotando las ideas principales para ir consolidando los conocimientos nuevos y facilitar su aprendizaje posteriormente.
  • Utiliza técnicas de estudio que te permitan memorizar e interiorizar aquellos contenidos fundamentales, así como esquemas, mapas conceptuales, resúmenes, subrayado…y emplea aquellos métodos que te resulten más asequibles para aprender los contenidos (recitar en voz alta, leer, hacerse preguntas como si se hiciera un examen simulado, empleo de mnemotecnias para memorizar conceptos difíciles,…)
  • Conocer cómo va a ser la prueba a la que nos enfrentaremos nos aportará seguridad y confianza. Para ello conviene preguntar a los profesores, días antes del examen, cuestiones como las siguientes: los temas sobre los que se van a examinar, el tiempo del que se va a disponer, el número de preguntas, el tipo de respuesta que se espera, la puntuación de cada pregunta, el material que se puede llevar al examen (diccionario, calculadora...)
  • Trata de pensar en positivo y tener una alta motivación: “he trabajado, me he esforzado, he preparado el examen, voy a aprobar y en caso de que no sea así, siempre tendré otra oportunidad”
  • Si “se te ha venido el tiempo encima” y no vas a poder estudiar como debieras la materia en cuestión te aconsejamos que distribuyas el tiempo que tengas disponible de forma que puedas revisar toda la materia que te queda, aunque sea superficialmente, antes que estudiar muy bien una parte y no ver nada del resto.
  • El día anterior al examen hay que preparar todo el material que se va a necesitar y así evitar sorpresas de última hora (la calculadora no tiene pilas, el boli se ha gastado,…)
  • En la noche previa al examen es primordial descansar (el cansancio nos puede jugar una mala pasada durante el examen) para ir con la mente despejada y poder rendir lo mejor posible, así como realizar ejercicios de relajación llevando a cabo alguna de estas técnicas, en caso de sentir nervios: realiza una respiración abdominal (respira pausadamente llenando totalmente los pulmones desde el abdomen) y tensa y relaja diferentes grupos musculares (por ejemplo, tensa los hombros durante pocos segundos y a continuación déjalos caer)
  • Por último, el día del examen no se debe repasar nada para llevar la mente tranquila y relajada, según sugiere el Maestro Internacional de Memoria Rápida, Francisco Páez. Ese día es aconsejable llevar un ritmo relajado: levantarse temprano, tomar un buen desayuno, ir con tiempo al examen, etc.

Durante el examen

  • Cuando entres a la sala recuerda que lo mejor es concentrarse, mantener la calma, recordar y estructurar lo aprendido.
  • Antes de empezar a escribir, prestaremos atención a las instrucciones del maestro/profesor y se leerá atentamente las preguntas para, en caso de duda, preguntar inmediatamente.
  • Se recomienda empezar a responder por aquellas preguntas de las que se esté más seguro y en las que se tenga mayor dominio (nos ayudará a aumentar nuestra confianza) Se continuará por aquellas otras que se dominan algo menos y se dejarán para el final las que resulten más complicadas.
  • En las respuestas conviene ser concisos, destacando las ideas principales y dando únicamente los detalles necesarios.
  • Hay que evitar dejar alguna pregunta en blanco, pero es preferible dejarla sin contestar a inventarse una respuesta.
  • Controla el tiempo llevándote un reloj y distribúyelo entre el número de preguntas para poder responder a todas, teniendo en cuenta que se debe comenzar por las cuestiones que mayor valoración tengan (no se suele dedicar el mismo tiempo a una pregunta valorada con tres puntos que a otra con uno) y por las que mejor se saben.
  • Evita o intenta dominar la ansiedad y el nerviosismo si desconoces la respuesta a alguna pregunta, para ello haz una pausa, cierra los ojos y piensa tranquilamente, cambia de posición y relájate respirando de forma lenta y profunda.
  • Deja algún tiempo (5-10 minutos) para hacer una relectura rápida final y así poder repasar el examen antes de entregarlo (completar algo, corregir algún dato erróneo o alguna falta de ortografía, etc.)
  • Por último, revisa la buena presentación del examen antes de entregarlo, es decir que tenga una letra legible, fácil de leer, algo que sin lugar a dudas el maestro/profesor agradecerá y con suerte nos ayudará de forma positiva en la corrección del examen si además no cometemos ninguna falta de ortografía (si no sabemos cómo se escribe una palabra es preferible usar algún sinónimo); utiliza el punto y aparte, evitando párrafos excesivamente largos (los párrafos cortos facilitan la lectura y permiten destacar mejor las ideas) y evita tachones parándote a pensar antes de escribir.

Para terminar, os dejamos algunas pautas a tener en cuenta después del examen:

  • Si te provoca ansiedad comentar las respuestas con los compañeros o buscarlas en apuntes y libros, evita estas situaciones.
  • Trata de distraerte y olvidarte del examen, para ello cambia de actividad y procura relajarte atendiendo a tus necesidades fisiológicas de descanso, recuperación y sustento.
  • Cuando recibas el examen corregido:

              1. No te fijes sólo en la nota.

              2. Observa con detenimiento los errores preguntando al profesor todo lo que no entiendas. Aprende de tus fallos y analiza sus causas planificando las actividades necesarias para corregirlos.

              3. Si no estás contento con tus notas, realiza un Plan Personal de Mejora anotando en una tabla y haciéndola visible la mayor dificultad a la hora de preparar los exámenes, la solución que propones, las dificultades a la hora de hacer los exámenes y las propuestas para corregirlas.

Si el resultado del examen no es el que se esperaba no trates de buscar un culpable. No consideres el suspenso un fracaso personal, ni descargues la frustración sobre el profesor, los amigos, los padres o hermanos o la dificultad de la asignatura. El examen nos advierte sobre los fallos y nos informa para poder corregirlos en el futuro. La reflexión sobre los mismos sirve para marcarnos nuevas metas y si somos autocríticos podremos transformar los errores en éxitos. Si tienes esto en cuenta, el examen podrá convertirse en un verdadero instrumento de aprendizaje. Recuerda que los exámenes sólo son la meta de una larga carrera y una forma de desarrollar la confianza en uno mismo y la competencia como estudiante, por ello si llevamos a cabo todas estas indicaciones y consejos seguramente el resultado sea satisfactorio.

Ahora toma nota y a por ellos. ¡Suerte!

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Inmaculada Contreras Domingo
Maestra de Educación Infantil y Psicopedagoga, Psicología de la Intervención Social
He trabajado en el Colegio Nuestra Señora de la Consolación de Granada como maestra de Educación Infantil y en el Centro Infantil Don Pablito de Málaga. He llevado a cabo Programas de Intervención Psicopedagógica con niños con dificultades reforzando habilidades sociales y emocionales y aportándoles herramientas y técnicas para su mejor desarrollo. He colaborado en la Asociación Granadown ofreciendo apoyo escolar y atención individualizada a los distintos usuarios así como también en la Asociación Almanjáyar en Familia de Granada llevando a cabo varios talleres de Inteligencia Emocional, Seguridad Vial y Salud y Resolución de Conflictos con niños de Educación Infantil y Primaria.
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