Destacado
Ansiedad y estrés: Cómo manejarlos en época de exámenes
Comparte este artículo en
Artículo de Gloria Sánchez Torices (Psicologa, Psicología Sanitaria, Clínica)

¿Alguna vez te has fijado en lo que sientes y piensas cuando estás ante un desafío?

Si aún no lo has hecho, puede que te sorprendas al descubrir cómo tu organismo, de forma casi automática, pone en marcha multitud de mecanismos e interacciones para ayudarte a enfrentar una situación determinada.

Ante una situación estresante, nuestro Sistema Nervioso Simpático manda un golpe de adrenalina que activa todo nuestro cuerpo: se acelera el corazón y la sangre se distribuye rápidamente, especialmente hacia los pies y las manos, para poder hacer frente o huir de la situación; se dilatan las pupilas para poder ver mejor, la frecuencia respiratoria aumenta para oxigenar bien nuestras células, se tensan los músculos preparándolos para la acción, etc.

De esta forma, nuestro cuerpo permanece activo hasta que se resuelve la situación. Es entonces cuando el Sistema Nervioso Parasimpático nos devuelve a la normalidad, lo que se conoce como “homeostasis”: un mecanismo de equilibrio que compensa la activación con reposo y descanso, permitiendo a nuestro organismo reponer los recursos que se han gastado durante el momento de estrés.

Todo esto es lo que ocurre cuando experimentamos estrés y, como hemos visto, es una reacción natural que tiene nuestro cuerpo para afrontar y resolver cualquier situación que requiera un esfuerzo.

Por otro lado, la ansiedad también es un mecanismo adaptativo que nos ayuda haciendo que sintamos inquietud por las cosas; implica tener precaución y nos permite controlar nuestras propias emociones, ayudándonos a resolver situaciones determinadas.

Por lo tanto, en contra de lo que solemos pensar, el estrés y la ansiedad son muy necesarios, ya que nos activan y nos preparan tanto física como mentalmente para hacer frente a una situación difícil.

Pero… ¿qué ocurre cuando la situación nos supera y no somos capaces de resolverla aunque hayamos empleado todos nuestros recursos para hacerle frente?

Aquí es cuando pueden aparecer los problemas. Si los niveles de estrés y ansiedad alcanzan mucha intensidad y sobrepasan nuestras capacidades, sentiremos un gran malestar acompañado de síntomas físicos, psicológicos y conductuales. Es decir, lo que en principio es una respuesta natural y necesaria para afrontar una situación, se puede convertir en un verdadero problema.

Si no resolvemos la situación estresante, estaremos sometiendo a nuestro cuerpo a niveles continuos de activación, impidiendo que descanse y que vuelva a estar en equilibrio, lo que causará el desgaste y agotamiento de nuestras fuerzas.

Como consecuencia, estaremos cansados, nos costará concentrarnos y recordar cosas, aparecerán tensiones y contracciones musculares, dolores de cabeza, problemas estomacales… entre otros síntomas.

Si además el estrés continúa, incluso aunque desaparezca la situación estresante, seguramente permaneceremos en un estado de continua preocupación y comenzarán a aparecer una serie de emociones y pensamientos negativos que nos impedirán afrontar una situación similar en el futuro.

La ansiedad se convierte así en un sentimiento constante de miedo, desasosiego y excesiva preocupación por lo que ocurrirá en el futuro.

Seguramente te habrás encontrado ante multitud de situaciones que te han provocado altos niveles de estrés y ansiedad. La época de exámenes es un buen ejemplo de ello.

Ya estamos en el mes de junio y llegan los exámenes finales. Poner a prueba nuestros conocimientos es todo un desafío en sí mismo, pero además la presión aumenta cuando son los últimos exámenes del curso. Quizá sea la última oportunidad para aprobar o sacar buenas notas, necesitamos tiempo suficiente para prepararlos bien y, por si fuera poco, tenemos que luchar contra el calor, el cansancio después de todo un curso y las ganas de terminar para empezar a disfrutar del verano.

¿Cómo podemos manejar situaciones de estrés y ansiedad en época de exámenes?

Los siguientes consejos te ayudarán a mantener unos niveles de estrés y ansiedad adecuados que te ayudarán a conseguir tus objetivos:

PLANIFICA TU TIEMPO:

Si aún dispones de tiempo suficiente para preparar el examen, es muy importante saber gestionarlo de manera adecuada: la materia a estudiar debe estar bien estructurada y es recomendable realizar descansos de 10 min. por cada 45 min. de estudio para evitar el cansancio intelectual.

Las técnicas de estudio nos ayudan a optimizar el tiempo, potenciando nuestra concentración y memoria.

El resultado será una mejor preparación de la materia, lo que nos aportará autoconfianza y tranquilidad, evitando que se disparen nuestros niveles de estrés y ansiedad.

El tiempo es un recurso muy valioso, ¡no lo desperdicies!


VISUALIZA EL ÉXITO:

Solemos decir que “los nervios nos traicionan” y lo que realmente nos ocurre es que las creencias pesimistas acerca de nosotros mismos sabotean todos nuestros esfuerzos.

Algunas veces nos creemos incapaces de hacer frente a un examen y anticipamos el fracaso imaginando situaciones como quedarse en blanco a la hora de contestar las preguntas, olvidar todo lo que se ha estudiado, lo que ocurrirá si suspendemos, etc. Y a eso se le suman pensamientos negativos del tipo “será terrible si suspendo”, “no soy lo suficientemente inteligente”, “no soy capaz”, etc.

Para alcanzar el éxito, lo primero que tenemos que hacer es visualizarnos consiguiéndolo.

Imagina cómo será el momento del examen y piensa en cómo aplicarás los recursos que tienes para hacerle frente: ¡Todo saldrá bien!

PONLE NOMBRE A LO QUE TE PREOCUPA:

Hay veces que tenemos otras preocupaciones que nos impiden concentrarnos en el estudio o incluso en el mismo momento de realizar el examen.

Si buscamos el origen del problema podremos reducir los síntomas que nos producen malestar. Esto puede ser difícil cuando la causa de las preocupaciones es algo inconsciente.

Para facilitar esta tarea podemos plantearnos las siguientes preguntas:

  • ¿Qué es lo que más me preocupa?
  • ¿Desde hace cuánto tiempo me siento así?
  • ¿En qué pienso cuando estoy preocupado/a?
  • ¿Qué siento ante determinadas situaciones que me generan malestar?

Una vez que identificamos las emociones que experimentamos, será más fácil saber en qué situaciones nos sentimos mal.

Resulta muy útil hablar con alguien en quien confiemos y contarle cómo nos sentimos.

Si esto no es suficiente, lo mejor es buscar ayuda profesional para encontrar el origen del problema y poder comenzar con un tratamiento que reduzca el malestar.

PRACTICA HÁBITOS SALUDABLES:

  • Hacer deporte o salir a andar nos ayuda a reducir tanto los niveles de estrés como los de ansiedad.
  • No consumir drogas, café o alcohol.
  • Intentar descansar lo máximo posible. Las horas de sueño son muy importantes para procesar los conocimientos que hemos aprendido durante el día.
  • Practicar actividades tales como yoga, relajación, leer, pintar, etc., nos ayudan a desconectar.
  • Realizar actividades de ocio: ¡Hay tiempo para todo!

 

Comparte este artículo en
Gloria Sánchez Torices
Psicologa, Psicología Sanitaria, Clínica
Centro de Psicología interdisciplinar para la atención y el tratamiento psicológico dirigido a niños/as, adultos y personas mayores. Diseñamos programas para la mejora de capacidades intelectuales en niños/as de todas las edades. Promovemos el desarrollo personal y ofrecemos servicios a empresas de coaching ejecutivo con técnicas de Programación Neurolingüística.
Ver perfil completo
Estudiar
Este no es el típico listado con libros de técnicas de estudio, en esta colección ofrecemos guías para entrenar los procesos subyacentes al estudio como son la memoria, la concentración, la atención...
Recursos
En esta sección os ofrecemos una gran colección de actividades para hacer con los niños o proponérselas para que las hagan ellos solos. Incluimos actividades propuestas por nuestro equipo de profesionales como manualidades, juegos o recetas de cocina, entre otros, que serán muy útiles para estimular y divertir a los niños.
Nuestros expertos te ayudan
Ponemos a tu disposición nuestro equipo de psicopedagogos para que les hagas tus preguntas acerca de este y otros temas que te preocupen. ¡No lo dudes y haznos tus preguntas!
Últimas dudas resueltas
  • Usuario anónimo preguntó:

    Hola mi hijo de 5 años tiene miedo a la oscuridad, no quiere pasar la noche en su habitación ni andar por casa solo a menos que estén las luces encendidas. Nuestra casa no es grande, por lo que siempre nos escucha y si nos llama acudimos pero se niega a ir sin nosotros a habitaciones...

    Responde Equipo Psicopedagógico de El faro de tiza, Psicopedagogía, Psicología, Educación y Animación a la lectura :
    Hola, en principio es normal que un niño de la edad de tu hijo manifieste miedo a la oscuridad, alrededor de los 3 años la capacidad cognitiva...
    Leer respuesta completa
  • Usuario anónimo preguntó:

    Mi hija de 10 años es muy tímida, le cuesta mucho hacer amigos, ahora que llega el verano me da pena porque la única niña con la que juega es una niña de su cole y durante estos meses no se ven. ¿Cómo puedo ayudarla a hacer amigos?

    Responde Macarena Requena, Psicóloga y Psicopedagoga, Atención a la diversidad y problemas de conducta:
    Hola, con los datos que nos ofreces es un poco difícil darte unas orientaciones adecuadas, en muchas ocasiones confundimos timidez con otras dificultades...
    Leer respuesta completa
  • Ver más consultas
Libros urgentes en agapea.com
Premio Empresa Responsable con la Infancia 2017
Política de privacidad
Copyright © Agapea Factory S.A 2024