Esta actividad se atribuye a María Montessori, científica, pensadora, educadora que revolucionó la pedagogía de su tiempo, hablamos del Frasco de la calma, un método que sirve para tranquilizar a los niños. Se trata un frasco de cristal o de plástico lleno de pegamento, purpurina y agua, que simplemente calma a los niños con solo agitarlo y combinarlo con un tono de voz apropiado al momento de hablarle sobre la situación de tal modo que ellos entiendan y la puedan controlar de la mejor manera.

Dificultad: Baja

Edad: A partir de 2 años

Materiales: 1 frasco de plástico transparente con tapa, 1 gota de colorante alimentario, un poco de pegamento con purpurina, agua caliente, champú/gel transparente, 3 o 4 cucharaditas de purpurina y silicona

Tema: Relajación

PASOS A SEGUIR:

1. Mezclar en el bote transparente todos los ingredientes, dejando un espacio libre para el contenido pueda fluir.
2. Cerrar la tapa y sellarla con silicona para evitar escapes