Cerca de un tercio de los niños de entre los 2 años y medio y los 5 años, pasan por un periodo de tartamudeo. Aún están adquiriendo el lenguaje, lo que hace que muchas veces, quieran expresar muchas cosas a la vez y no saben exactamente cómo hacerlo. Además, los órganos bucofonatorios (lengua, labios…) todavía no están suficientemente maduros, con lo que el lenguaje no se puede producir con toda la rapidez que el niño pretende. Es decir su pensamiento va más rápido que sus capacidades físicas. En la gran mayoría de casos, la tartamudez remitirá sin dejar ningún tipo de huella.

El que esta dificultad continúe mas o menos tiempo dependerá en gran medida de nuestra actitud frente al habla del niño, aquí os dejo una serie de consejos para abordar la tartamudez evolutiva:

1. No corregirlo. Lo pondremos nervioso y evitará las ocasiones de hablar
2. Alejarse de actitudes sobreprotectoras y directivas. Se trata de un problema evolutivo y debe abordarse con naturalidad
3. Debemos utilizar un lenguaje sencillo, claro y comprensible, adaptado a sus necesidades.
4. Hablar mucho con él y escucharle. Cuanto más practique más mejorará.
5. Intentar mantener la calma. Sí nos ponemos nerviosos él también lo hará.
6. No decir nada de que tartamudea delante del niño a otras personas.
7. Hablar de manera pausada. Sí hablamos acelerados o muy deprisa tratará de imitarnos.
8. Crear un clima de confianza para que se sienta agusto y se exprese. En clase,a veces, a los otros niños les hace gracia o hacen algún comentario. Enseñarles que hay que respetar a los demás y prestar la máxima atención al niño.
9. No terminar las frases, debe hacerlo él solo.
10. Darle las mismas pautas a otras personas de su entorno.