Dar ejemplo, dar ejemplo, dar ejemplo, adultos que leen, menores que leen, dar ejemplo, dar ejemplo y dar ejemplo. Y una vez expuesta la obviedad, ¡vamos a facilitar estrategias!
Con Elvira Lindo, experta en libros infantiles, el primer consejo es dejarles tiempo libre, sin clases de inglés ni pantallas cerca, para que se aburran -por ejemplo, respetando la siesta de los padres- y entonces descubran que hay todo un mundo más allá de la TV o la tablet, y que está en los libros, que no someten sus facultades cognitivas, sino que les da PODER para imaginar los personajes y la aventura como ellos quieran.
Se aconseja la exposición temprana. Aunque pueda resultar extraño, los menores entienden mucho más de lo que comunican. Antes de empezar a hablar entienden ya infinidad de palabras. Antes de empezar a leer, tienen PODER para adquirir muchos otros conocimientos: el lenguaje poético, los juegos de palabras y las rimas, el escuchar historias orales. Sentarnos con ellos junto a un libro y empezar a leerles será ya un claro incentivo para ellos, además de aportarles un gran valor afectivo. Escuchar nuestra voz, nuestra entonación, la trama de la historia son pequeños escalones hasta que su cerebro esté lo bastante maduro como para asentar el proceso lecto-escritor autónomo, que tendrá lugar a partir de los 3 años.
El álbum ilustrado es un formato que ofrece muchas posibilidades para la iniciación a la lectura, pues combina la información en imágenes con el texto, breve y original. Se trata de adquirir el hábito lector, no importa el contenido ni la calidad literaria, es preferible que sean los peques los que elijan lo que quieren leer. Descubrir lo que se esconde tras la portada que les ha llamado la atención también les dará PODER, fortalecerá la conducta y contribuirá además al desarrollo de su autonomía. La siguiente vez, puede que sea el menor el que tome la iniciativa para leer un texto.
Olvidar que han nacido en una sociedad donde prima el culto a la imagen -especialmente en movimiento- es perder el contexto donde se enmarca su educación. Es una buena idea aprovechar esta situación, en lugar de verlo como una dificultad, y relacionar las películas, videojuegos o personajes media, con libros, historias y otros textos. Por ejemplo, podemos encontrar las diferencias entre La bella durmiente de Disney y el cuento clásico de Perrault o la nueva versión de la colección Érase dos veces...La bella durmiente.
Relacionado con esto, ¿a qué nos referimos con fomento de la lectura?, pues no sólo se lee en los libros en formato papel. Aunque la experiencia lectora manifieste cambios significativos dependiendo del soporte desde el que se lleve a cabo, también es lectura la que ocurre con el móvil, el ordenador o el e-reader. La cuestión es si compensa la exposición a la pantalla y, por tanto, la incidencia negativa en el cerebro que puede suponer, especialmente en algún momento del desarrollo cognitivo, de 0 a 3 con mayor grado de intensidad.
Preguntar si les ha gustado o expresar nuestras preferencias dificultará dar el valor deseado a la lectura. La idea es prestar atención a la historia, a la información -sea en texto o en ilustraciones-, amplificar el PODER de las palabras y destacar los aspectos que se relacionan con nuestra vida. Y para eso los peques ¡son los mejores! Atender sus preguntas es nuestra mejor guía, sabremos qué les interesa y cómo, y podremos ofrecer otras lecturas, cada vez más pertinentes.
En este contexto, tampoco está aconsejado imprimir en los menores la necesidad de terminar la historia o de conocer el final. Quizás podemos detenernos en una escena y exprimirla como solo los que aún no han crecido "demasiado", saben hacer. En todo viaje, y la lectura es el prototipo universal, no importa solo alcanzar el destino, sino disfrutar de todo el recorrido, deteniéndonos a contemplar y saborear lo que nos aporta cada uno de nuestros pasos.
En resumen, PODER leer surge de comprender que leer es un PODER.
Hola mi hijo de 5 años tiene miedo a la oscuridad, no quiere pasar la noche en su habitación ni andar por casa solo a menos que estén las luces encendidas. Nuestra casa no es grande, por lo que siempre nos escucha y si nos llama acudimos pero se niega a ir sin nosotros a habitaciones...
Mi hija de 10 años es muy tímida, le cuesta mucho hacer amigos, ahora que llega el verano me da pena porque la única niña con la que juega es una niña de su cole y durante estos meses no se ven. ¿Cómo puedo ayudarla a hacer amigos?