Actualmente está tomando fuerza la polémica de la conveniencia de los deberes escolares, existiendo dos opiniones firmes y encontradas, por un lado aquellos que defienden que las tareas ayudan a los estudiantes a consolidar los conocimientos aprendidos y por otro aquellos que defienden un plan de estudios común, libre de deberes escolares. Sin embargo los investigadores apuntan en valorar la calidad sobre la cantidad.

En este sentido la APA ha realizado una revisión de los principales estudios y teorías sobre el tema que ha sido publicada en su revista Monitor on Psychology. En esta revisión se destacan los estudios del psicólogo social Harris Cooper de la Universidad de Duke (EE.UU) quien defiende los beneficios académicos de los deberes como son el incremento de la comprensión y la retención del material aprendido, sus investigaciones revelan que los deberes se asociaban con mejores resultados en los exámenes realizados en Secundaria, pero solamente se encontró una débil evidencia de su utilidad académica en Primaria, concluyendo que no todos los estudiantes pueden beneficiarse de las tareas escolares.

Otros beneficios que señalan los defensores de los deberes son que contribuyen al desarrollo de la responsabilidad, así como de las habilidades para gestionar el tiempo y de unos buenos hábitos de estudio del alumno, pero investigadores como Mollie Galloway, apuntan que este hecho no está demostrado. Los inconvenientes mas señalados son el aburrimiento y el desánimo con los deberes, menos tiempo para las actividades extraescolares y las familiares, falta de sueño e incremento del estrés. Una carga de tarea excesiva impide que los niños puedan participar en otras actividades de ocio, en ocasiones se olvida la importancia de que los niños dispongan a diario de un tiempo no estructurado para jugar.

En lo que si parecen estar de acuerdo los investigadores es que “nada es bueno en exceso”. En base a esto Cooper postula la siguiente teoría: la regla de los 10 minutos, de esta manera las tareas escolares no deberían exceder de 10 minutos diarios en el primer curso de Educación Primaria y, a partir de aquí, cada curso se incrementaría en 10 min. (por ej.: 30 minutos en 3º), hasta alcanzar las dos horas en Educación Secundaria, límite máximo de tiempo apoyado por la Asociación Nacional de Educación (National Education Association) y la Asociación Nacional de Padres y profesores (National Parent Teacher Association).

Llegados a un consenso el siguiente paso es preguntarse si los profesores siguen esta regla, varios estudios indican que algunos niños llevan a casa mucho más trabajo del que pueden realizar. Robert Pressman y col., investigaron la aplicación de la Regla de los 10 minutos en una muestra de más de 1.100 estudiantes (estudio publicado en American Journal of Family Therapy, 2015), y se concluyó que los niños de Primaria recibían tres veces mas de la cantidad recomendada de deberes escolares, en esta misma línea encontramos un estudio publicado en la revista Journal of Experimental Education que revela que en Secundaria se excedía el límite aconsejado de deberes, llegando a un promedio de tres horas diarias.

Finalmente se concluye que la utilidad de los deberes escolares no disminuye a pesar de dedicar menos horas semanales para su realización, los estudios demuestran que reducir las tareas en un tercio, e incluso a la mitad, no influye negativamente en los resultados de los exámenes.

Sin embargo, a pesar de las evidencias, es difícil cambiar la cultura de los deberes imperante hasta ahora es necesario que docentes y legisladores educativos establezcan metas claras en relación con las tareas escolares, primando los beneficios de los alumnos y la calidad de estos.

Fuente: ¿Son los deberes escolares un mal necesario? Revisión de la APA en Infocop. <http://www.infocop.es/view_article.asp?id=6212> Consulta: [junio de 2016]