El inicio del curso implica para muchos niñ@s la incorporación por primera vez al centro escolar. Aunque cada vez es más común la escolarización en el primer ciclo de Educación Infantil, muchos niñ@s es a los tres años cuando tienen su primer contacto con la escuela.

Esta situación, tanto si es en el primer o segundo ciclo de Educación Infantil, supone grandes cambios, no sólo para el/la niñ@, si no también para las familias.

Cambios para el niño

Con respecto a los niñ@s, van a dejar de ser “el rey o la reina de su casa” y van a comenzar a compartir el espacio, los juguetes y a “su seño” (principal figura de apego en la escuela) con unos veinte niñ@s más. Aunque al principio va a ser una situación difícil, puesto que a estas edades se encuentran totalmente inmersos en el egocentrismo, compartir con otros iguales su día a día va a fomentar actitudes de respeto, comprensión…

Cambios para la familia

Con respecto a las familias, también será una situación difícil, puesto que deberán confiar a sus hijos a un/a total desconocido/a, lo que en ocasiones puede provocar estrés y/o desconfianza.

Incorporación al centro

El período de adaptación que se lleva a cabo en muchos centros, es positivo para evitar, en la medida de lo posible, las situaciones de estrés tanto para los niñ@s como para las familias. A realizar una entrada escalonada, se pretender que el alumnado pueda ir adaptándose de forma progresiva y más positiva al espacio, las rutinas del aula, así como a sus nuevos compañeros/as y además, permitirá a las familias conocer mejor a los docentes.

Añadir que este periodo no será igual para todos los niñ@s, puesto que no todos son iguales. Los llantos serán algo normal durante los primeros días o incluso semanas, sobre todo si es la primera vez que son escolarizados, pero os aseguro que todos conseguirán adaptarse y los beneficios que se obtienen con la escolarización, compensarán estos primeros momentos.

Un consejo que os doy para intentar ayudar a los “peques”, es que el posibles estrés, angustia o desconfianza que podáis sentir, no se las transmitamos a ellos, ya que influirá negativamente en la adaptación, siempre deberemos relacionar la entrada al colegio con un acontecimiento alegre, ya que al fin y al cabo, uno de los principales objetivos de la escuela es ayudar a que los niños sean felices.