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Desobediencia

Artículo de Equipo Psicopedagógico de El faro de tiza, Psicopedagogía, Psicología, Educación y Animación a la lectura .

Descripción

Niños desobedientes: Cómo corregir su comportamiento

Los niños desobedientes son un auténtico quebradero de cabeza para los padres y su actitud afecta al clima familiar y las relaciones con sus padres y educadores, pero antes de catalogar y actuar sobre un niño desobediente deberíamos tener claro qué es y qué no es la desobediencia y cuando esta supone un problema real.

La desobediencia aparece a partir de los 3 años y es normal que el niño se muestre desobediente, está descubriendo los límites el entorno, diferenciando lo que es correcto de lo incorrecto, lo que se puede y lo que no se puede hacer, en definitiva está aprendiendo y los adultos que estamos a su alrededor somos sus guías. La diferencia entre este comportamiento y una actitud de desobediencia excesiva sería la existencia de una continua desobediencia y hostilidad hacia las figuras de autoridad lo que ocasiona importantes problemas en la convivencia familiar.

Debemos diferenciar si su comportamiento se deriva de una verdadera intención de no obedecer las normas, o se debe a otros factores como no haber atendido (estaba atento a otras cosas y no se ha enterado de lo que le hemos dicho) o no haber entendido la indicación (no comprende en que consiste la norma, por ejemplo “portate bien", para el niño puede significar no pegar a su hermano y para nosotros, además, estar sentados, no gritar…). Es importante conocer la causa por la cual el niño nos ha desobedecido ya que nuestra reacción debe adaptarse a las causas y podría estar relacionado con otros factores como un déficit de atención, hiperactividad, etc. Si presenta alguna de las siguientes características sería aconsejable consultar con un especialista.

  • Parece que no escucha cuando se le habla, y hay que repetirle las cosas.
  • Suele olvidarse de las cosas y no presta atención en lo que tiene que hacer.
  • Le cuesta entretenerse con algo.
  • No se está quieto ni un minuto
  • Desafía constantemente y no sigue ninguna norma.

¿Por qué los niños son desobedientes?


No existe una respuesta cerrada para la pregunta, muchos factores intervienen en el comportamiento de un niño. Por un lado está el niño su edad, capacidad y temperamento, es cierto que hay niños más tozudos, aventureros, complacientes... que otros, además, dependiendo de su edad y desarrollo tendrá más capacidad para seguir las normas.

Es necesario tener en cuenta la familia y su entorno, en ocasiones el estilo educativo paterno inadecuado y pretende una obediencia ciega en el niño, lo cual no es realista. Los padres no pueden dar órdenes continuamente y esperar que sean cumplidas sin rechistar, un abuso de autoridad atropella los derechos del hijo y el desarrollo de su personalidad se ve afectado.

La comunicación es otro aspecto clave en el desarrollo de la conducta infantil, hemos de fomentar que nuestros hijos hablen con nosotros y nosotros con ellos, dedicarles un tiempo diario de calidad, en el que se sientan atendidos y escuchados. También es importante la calidad de esta no es cuestión de hacer continuas exigencias, si no transformarlas en invitaciones y sugerencias.

¿Cómo hacer para que los niños hagan caso?

  • Establecer una normas claras y adecuadas a su edad y que consecuencias habrá si no son cumplidas, conforme el niño va creciendo podemos ir haciéndolo partícipe de la confección de las normas, tareas y actividades de la casa des esta manera lo motivaremos para que cumpla las normas. Debe haber acuerdo entre padres y cuidadores, de lo contrario el niño se sentirá desconcertado.
  • Prestar atención a la forma de comunicar la petición, esta tendrá menos efecto si parecemos sargentos, los especialistas sugieren distinguir entre “órdenes duras y órdenes blandas”. Pedir al niño solo lo que es estrictamente necesario (órdenes duras), el resto pueden quedar como invitaciones o pueden ser “negociables”. También es importante asegurarnos de que el niño nos ha escuchado y comprendido.
  • Reforzar los aspectos positivos e ignorar los negativos. Los niños demandan atención constantemente y, en ocasiones, lo hacen mediante conductas no deseadas como la desobediencia, por eso es importante animarles cuando están actuando bien e indicarles que esa es la forma adecuada de comportarse.
  • Conservar la calma, no perder los nervios ante el comportamiento del niño, en estos momentos es útil colocarse a la altura del niño, para que haya un contacto visual directo y que decirle, en tono firme, que no es aceptable su comportamiento.
  • No atender a sus provocaciones o intentar razonar con él cuando desobedece, no servirá de nada.
Hijos desobedientes
Conseguir que los hijos hagan caso es todo un reto, un trabajo diario pero necesario ya que si se descuida puede tener consecuencias negativas. En esta colección ofrecemos una guía que aborda esta problemática y otra centrada en la inteligencia emocional, concepto básico para los educadores
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