El comportamiento, a grandes rasgos, es la forma de actuar de un individuo en relación al ambiente y los estímulos que le rodean, hablamos de conductas que van desde tener hambre buscar algo para comer hasta sentirnos atacados y la forma de actuar al respecto.
Es difícil saber como debe ser el comportamiento infantil “normal”, es más, definir una conducta concreta como buena o mala ya es complicado. Dependerá de la edad del niño, su carácter, las normas sociales del entorno o de la situación concreta en la que se presente la conducta. De forma muy general podemos hablar de tres tipos de comportamiento que serían:
Por supuesto estas clasificaciones no son cerradas y un niño se puede comportar de diferente estilo dependiendo de la situación pero si tendrá una manera más habitual de comportarse.
Aunque nacemos con unos rasgos de personalidad específicos, nuestra forma de actuar está determinada por las experiencias previas, por ejemplo, si para conseguir algo el niño llora y se o damos de forma generalizada, cada vez que quiere algo actuará de la misma forma. Los niños aprenden a través de sucesivas experiencias que con una conducta u otra logran respuestas concretas en los adultos. Adquirimos nuevas conductas mediante tres procesos:
No podemos confundir mal comportamiento o una “mala época” con trastornos de la conducta, la conducta inadecuada forma parte del desarrollo normal de un niño. Hablamos de problemas reales de conducta cuando el comportamiento del niño tiene una magnitud, frecuencia o perseverancia en el tiempo excesiva y pueden necesitar la intervención de un profesional de la salud para corregirlas a tiempo.
Características como: agresividad, impulsividad, ausencia de empatía, carácter manipulador, falta de respuesta a los premios y el castigo, carácter inapropiado para su edad y trasgresión de las normas sociales, son comunes en los trastornos de conducta.
Los problemas de conducta más comunes son:
Desobediencia
Es la más conocida y seguro que todos, padres y educadores, hemos lidiado con ella. La desobediencia se define como negativa a iniciar o completar una orden realizada por otra persona en un plazo determinado de tiempo y el no cumplimiento de una norma previamente establecida.
Existen episodios de desobediencia dentro del desarrollo normativo del niño, sobre los 5-6 años, para considerarlos con un problema debemos tener en cuenta la frecuencia de la conducta y su gravedad.
Rabietas
Son expresiones explosivas (llantos, golpes, gritos...) con las que algunos niños muestran su desacuerdo u enfado con alguna situación concreta. Estas son comunes entorno a los 2-3 años y pasado ese tiempo van remitiendo. Pasado este tiempo no son habituales.
Negativismo desafiante
Se trata de un patrón de comportamiento hostil y desafiante en que pueden surgir comportamientos como: enfados habituales y pataletas, discusión con adultos, no cumplimiento de normal y desafío a figuras de autoridad, molesta a los demás de forma deliberada, culpa a los demás de su mal comportamiento, es muy susceptible y rencoroso