Hola, en principio es normal que un niño de la edad de tu hijo manifieste miedo a la oscuridad, alrededor de los 3 años la capacidad cognitiva de los niños ha evolucionado de tal manera que ahora teme a seres imaginarios: monstruos, fantasmas y , por supuesto, la oscuridad. Por lo que comentas tu hijo no quiere dormir solo y no puede caminar con libertad por la casa, esto puede suponer un problema, así que si observas que el problema se agrava e influye en las rutinas de la familia, lo mejor sería consultar con un psicólogo infantil. A continuación te dejamos una serie de consejos para ayudarle a afrontar su miedo:

• No lo obligues a dormir a oscuras, debe acostumbrarse poco a poco a la oscuridad
• Cuando existe miedo a la oscuridad el niño suele asociar la claridad con la tranquilidad y la oscuridad con el miedo, lo que debemos hacer es cambiar esta asociación y crear una respuesta contraria ante la oscuridad, para esto podemos usar cuentos, canciones u otras alternativas que tranquilicen a tu hijo.
• Podéis crear un cuento con sus personajes favoritos que vencen a un monstruos o sus miedos, es buena idea que tenga toques de humor y contarlo antes de dormir (esto también es una respuesta contraria al miedo).
• Para empezar avencer sus miedos podéis proponerle a tu hijo dar paseos diarios en semioscuridad por la casa la vez que escucha música o su cuento (cosas que le tranquilicen).
• A medida que se acostumbre a la tarea anterior y la haga con confianza podéis animarlo a permanecer jugando, oyendo música o realizando su actividad favorita (siempre que la actividad le proporcione una respuesta opuesta al miedo) en su habitación a semi oscuras.
• Podéis poner una lamparilla con luz regulable, e ir disminuyendo la intensidad de la luz conforme se vaya acostumbrando. Para realizar esta actividad podéis acordar con él en ir premiándole conforme vaya reduciendo la intensidad de la luz.
• Reconoce y premia sus avances, no es necesario usar cosas materiales, los elogios y reconocimientos son suficientes y muy valiosos para los niños.
• Es muy importante ser sistemático y no cambiar los planteamientos iniciales, al principio puede negarse, debemos dar pasos muy pequeños y no avanzar hasta que esté cómodo con la nueva situación. Si estamos decididos a modificar determinadas conductas hemos de ser firmes.

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