Descripción
Motivar a los niños en el estudio
Estudiar, las tareas escolar ir a clase y en general cualquier asunto derivado del colegio son temas que preocupan mucho a los padres y son fuente de conflicto.
Hemos de reconocer que estudiar y hacer las tareas del colegio no es la actividad predilecta de los chicos, así que sería adecuado desde pequeños fomentar una actitud positiva frente a las actividades escolares.
La motivación es ese estímulo que nos impulsa a la acción, puede ser de dos tipos: intrínseca, algo interno que nos mueva a llevar a cabo la acción, o extrínseca, alguna recompensa externa (premios, reconocimiento...) que nos motive a actuar. Lo ideal es que los estudiantes estudien por una motivación interna (un deseo de aprender y mejorar por el bien de su desarrollo personal), pero siendo realistas esto es complicado: las tareas no suelen ser atractivas, a ciertas edades, entre los 12 y 18 años existen otras actividades mucho más motivantes para ellos que compiten en tiempo y recursos con los estudios y estos, normalmente salen perdiendo. Para fomentar una motivación interna, actuar porque sabemos que es lo mejor para nosotros o por el mero hecho de aprender, es muy importante educar en valores como son el esfuerzo y la responsabilidad desde pequeños y tener ejemplos en los cuales reflejarse y poder ver lo positivo de estudiar.
La familia debe “estar presente” en los asuntos escolares del niño, acciones como interesarse por sus tareas, mantener comunicación con el centro escolar, establecer horarios de estudio, entre otras ayudarán al niño a interesarse por sus tareas y fomentarán el establecimiento de un hábito de estudio correcto y autónomo. Desde casa hay dos cosas que podemos fomentar desde pequeños que ayudarán mucho a los chicos a la hora del estudio:
- Crear el hábito de estudio en los niños
Es importante, desde pequeños, establecer un tiempo y lugar para las tareas, cuando son pequeños pueden dedicar ese rato a dobujar, recortar, jugar con plastilina y con el paso del tiempo ir sustituyendo estas actividades por sus tareas de forma que cuando tengan obligaciones “reales” no les cueste tanto dejar otras actividades más atractivas para hacer los deberes.
- Fomentar el uso de técnicas de estudio
Estudiar no se traduce en leer y releer un tema, además de poco eficaz resulta ser una tarea muy aburrida, podemos enseñar a los niños diferentes estrategias de aprendizaje: las más útiles son la planificación del tiempo y las técnicas de estudio. Si desde pequeños se acostumbran a organizar su tiempo y a estudiar según las necesidades de la materia (resumen, subrayado, esquemas…) comprobarán que nos es necesario dedicar muchas horas si no que estas sean de calidad.
¿Por qué no estudia?
Muchas veces los padres comentan que sus hijos antes eran buenos estudiantes y estaban motivados pero de repente esos mismos niños se vuelven apáticos y desinteresados por los estudios. Otros niños nunca han tenido interés por los estudios.
En primer lugar deberíamos comprobar si existe una causa que justifique la falta de interés o bajas calificaciones, entre los motivos más comunes podemos encontrar: dificultades de aprendizaje (dislexia, discalculia...) o neurológicos (como TDAH), problemas de visión, problemas en el colegio, problemas familiares… Puede ser que no estudie porque simplemente no quiere, esto suele ocurrir en hogares con normas relajadas o poca organización
En general, durante la adolescencia surge un momento de crisis en el que los adolescentes se sientes desinteresado y desmotivados por sus estudios, hablamos de una etapa de muchos cambios, físicos y psicológicos, y ésto se traduce también en cambios en el rendimiento académico, que en la mayoría de los casos suele ser un “bache” temporal.
¿Cómo motivarle al estudio?
- Averiguar la causa: debemos descartar posibles dificultades de aprendizaje o trastornos como el TDAH que al no se tratados influyen en el rendimiento y motivación académicas, también puede influir la existencia de problemas en el colegio y por eso se niegue a ir o, simplemente, porque no no quiere estudiar. Cada motivo se abordará de diferente manera.
- Hablar con él: debe comprender la importancia de estudiar para su futuro y que estudiar es su responsabilidad y no es negociable. En general la comunicación fluida con los hijos es importante, de esta manera tendrá la confianza para contarte que le ocurre y tu para explicarle en un clima relajado y sin reproches las consecuencias de sus acciones.
- Establecer un horario y lugar de estudio: es necesario un lugar fijo donde estudiar, ha de ser cómodo, tranquilo y que tenga todo lo necesario para el estudio a mano, esto favorecerá su concentración. También es importante planificar el tiempo de estudio, cuantas horas al día, a qué horas, a qué asignaturas dedicar más tiempo… y respetarlo en la medida de lo posible.
- Enseñar y animar a usar técnicas de estudio: estas actividades mejoran la capacidad de aprender y son muy útiles para estudios superiores. En este enlace conoce más sobre técnicas de estudio.
- Cuidado con las recompensas materiales: son un buen aliado pero hemos de tener cuidado, lo ideal es que el niño estudie por una motivación personal pero hasta que esto ocurra podemos “premiar” su comportamiento y poco a poco ir retirando estas recompensas. No es recomendable castigarle si suspende pues provoca más rechazo al estudio surte mejor efecto premiarle y alabarle cuando saque buenas notas.
- Reconocer sus esfuerzos y logros.
- La paciencia es la madre de la ciencia, no hay que rendirse nunca. Hay que ser positivo y entender que todo lleva su tiempo, también lograr un hábito de estudio y alcanzar el nivel del resto de la clase.